En estos días, en un periódico de Andorra, ha salido un artículo
sobre el Maratón de Vídeoarte que estoy organizando para el día 29 de marzo.
El maratón se engloba dentro del Festival Miradas de
Mujeres, que se desarrolla en España.
En el artículo, el periodista, hombre, se sorprende de que se plantee la existencia de una
perspectiva, unos temas, y unos géneros eminentemente femeninos en nuestro contexto y momento actual.
Esto me ha hecho reflexionar sobre el tema de la mirada de
la mujer en el arte.
Lo primero que he hecho ha sido pensar en quienes sienten la
necesidad de hablar de su condición de mujer, de sus interioridades , de sus
tabúes… Estamos en el siglo XXI, en una sociedad global, donde todavía , en
muchas sociedades la mujer está discriminada, y donde no tiene ni voz ni
posibilidad de poder reclamar su condición. Me refiero a los países árabes, Sudamérica,
Asia, Africa… Todas las mujeres artistas que viven en estas sociedades, y que
tienen la necesidad de hablar de lo que sienten, de lo que les pasa, y de lo
que ven, suelen tener problemas para poderlo hacer con libertad.
Y si consiguen hacerlo es porque han arriesgado mucho y necesitan
que se les escuche. Nosotros, que vivimos en lugares donde, según algunos, no
hay motivo para reclamar nada, yo como mujer lo que reclamo es un poco de
empatía con todas esas mujeres que no son libres de poder hablar de sí mismas.
Si nos llegan obras de artistas que reclaman una visibilidad
sobre sus historias, sus tragedias o sus denuncias, creo que lo menos que
podemos hacer es respetarlas y escucharlas, agradeciendo no encontrarnos en sus
mismas situaciones.
Si las historias nos llegan de mujeres occidentales que han
sido testigo de esas realidades
entonces también hay que escucharlas. Son la voz de las sin voz.
Y si la mujer que quiere hablar y explicar su historia está
muy cerca de ti, en tu ciudad, etc, también. Porque estamos rodeados de personas
que necesitan decirnos algo.
Y si son artistas te lo dirán con sus obras.
Y si son mujeres no artistas te lo dirán con su mirada y su palabra.
¿Y son los hombres los que nos deben decir de que tenemos
que hablar?
En mi opinión sí que existen unos temas eminentemente
femeninos. Pocos hombres artistas han tratado el tema de la maternidad.
Dificilmente pueden sentir y
expresar lo que una mujer siente al ser madre.
Y una mirada femenina, también, pero existen tantas miradas
como artistas existen.
Quizás la mirada femenina consiste en ver cosas que para los
hombres no son importantes y valiosas pero que para nosotras las mujeres si que
lo son.