Coleccionar arte contemporáneo hoy
día supone un ejercicio de responsabilidad, innumerables dosis de pasión, y de
voluntad de vivir y participar en el presente. Podríamos decir que siempre ha
sido así pero hay que pensar que hasta hace pocos años las obras se presentaban
en formatos clásicos, con una tradición de siglos, si nos referimos a su
conservación, exposición, producción, …. ¿Pero que ocurre en nuestro tiempo?
El arte contemporáneo dispone de
innumerables maneras de ser producido, transmitido, comunicado, y expuesto por
lo que las medidas tradicionales de conservación, almacenamiento y exposición
ya no son válidas y se han tenido que repensar.
Las obras pueden llegar a nuestra
colección en innumerables formatos (fotografía, vídeo, instalaciones, net-art,
documentos y archivos, instrucciones..) y con materiales perecederos y muy
fácilmente degradables, por lo que el coleccionarlos se considera una gran
dosis de compromiso, por ser testimonios de un presente que en un futuro
supondrá un pasado, una herencia. El coleccionista de este tipo de obras
debería ser consciente que las condiciones de conservación, almacenaje y
posiblemente exposición y comunicación van a ser muy diferentes a las
condiciones que se requerían para el modelo clásico de obras de arte (pintura,
escultura,..). Los formatos clásicos por supuesto también requerían unas
medidas determinadas de conservación pero los nuevos soportes van a exigir unas
condiciones en algunos casos más estrictas (películas en celuloide..). Por no
hablar de cuando la tecnología se vuelve obsoleta y nos encontramos con el
problema de sí es lícito que esa obra pase a otro soporte, etc. Una cosa
importante a resaltar es que el antiguo oficio de restaurador-conservador ya no
es válido a la antigua usanza y aparece una figura nueva que es experta en
ciencia y tecnología.
Coleccionamos las ideas y nos dan
unas instrucciones y condiciones, si es e caso que el artista nos permite
volver a reproducirlas. El artista nos deja sus intenciones para que nosotros
las preservemos para el futuro.
Dora García y Pierre Huyghe son
ejemplos de artistas que representan este paradigma. Son artistas que trabajan
con medios, y también con conceptos, ideas y en proceso, con la dimensión
temporal y participativa muchas veces, como parte de sus obras. Sus trabajos
experimentan con lenguajes, con textos (García), con elementos de la
naturaleza, incluso animales (Huyghe), que como obras propiamente podrían ser
una entrevista, una grabación, una mesa redonda, una instalación en un paisaje
utópico, una teatro de marionetas o un texto pintado en la pared. Y lo que nos
llega a nosotros, muchas veces después de su exposición, es una documentación,
unos textos, vídeos, unas fotografías de ese acontecimiento.
¿Qué supone para el coleccionista
poseer estas obras inmateriales, unas obras que ya posiblemente no van a estar
colgadas en las paredes de su casa, dejando de lado el prestigio, de posesión o
motivaciones más banales ? ¿Si yo pudiera poseer esas obras que me aportaría?
Posiblemente la misma emoción que experimentaba hace cien años un coleccionista
cuando se enamoraba de un Picasso. La misma pasión por haber experimentado la
obra en el museo, la galería, la Bienal…. No olvidemos que muchas obras
contemporáneas implican un nuevo modelo de espectador, y requieren una
participación y una percepción, tanto emocional como física, mas allá de lo
visual, lo que la huella que deja en nosotros podría ser mucho más profunda.
Además hablan de nosotros y de nuestro ahora , y con unos medios a los que en
el siglo XXI no podemos decir que nos sean ajenos.
Y desde el punto de vista de un
coleccionista representa una labor generosa y valiente, un compromiso con la
creación y con nuestro tiempo, que permite que todas estas obras de la más
actual contemporaneidad puedan pasar a la Historia.
En el caso de estas obras “inmateriales”
puede que el artículo de Martí Manem nos defina lo que nos aporta como
consumidores o recepcionistas, “Art is a meeting place for dialogue with no need of pre-defined
codes.”y “Contemporary art…
it is offering a space and time for freedom,
where we, as consumers, are supposed to be an active part of this process.*
*Martí Manen -Guidelines. A process of
modification. www.zerom3.net
Foto: Copyrigth autor texto
Foto: Copyrigth autor texto